Contraloría detecta irregularidades en nombramiento de directora ejecutiva del Cruch y evalúa sumario
La situación
quedó al descubierto luego que la secretaria general del Consejo de
Rectores, Claudia Reyes, pidiera un pronunciamiento al organismo
fiscalizador, porque a su juicio había “superposición de funciones” con
la directora ejecutiva María Teresas Marshall. En el dictamen que
publica The Clinic Online, se establece que el contrato firmado por el
vicepresidente ejecutivo y rector de la Universidad de Santiago (Usach),
Juan Manuel Zolezzi, hay serias anomalías. Por ejemplo, que se vulneró
el buen uso de las platas fiscales y la eficiencia. Además, Marshall
debía ser ratificada por la Contraloría, pero su contrato nunca fue
enviado para la toma de razón.
La Contraloría detectó una serie de irregularidades administrativas
en el Consejo de Rectores de la Universidades Chilenas (Cruch),
principalmente en el nombramiento de la directora ejecutiva María Teresa
Marshall, quien sólo está contratada a honorarios. Lo anterior, luego
de que la secretaria general de la entidad Claudia Reyes Gutiérrez
solicitara un pronunciamiento al organismo fiscalizador por la
“superposición de funciones” entre su cargo y el de Marshall.
En el dictamen -que publica The Clinic Online- se establece que en el Cruch efectivamente que Reyes y Marshall hacen una pega bastante similar.
El contrato de esta última fue firmado y autorizado por el
vicepresidente ejecutivo y rector de la Universidad de Santiago (Usach),
Juan Manuel Zolezzi.
Invisible
Según la Contraloría, luego de analizar los contratos queda “de
manifiesto que existe una superposición de funciones entre las que
ejerce la Secretaria General del CRUCH y las asignadas a la señora
Marshall Infante”. Toda vez que la plaza o cargo de esta última es
“inexistente en la normativa que rige al Cruch”, señala el dictamen.
El hecho, de acuerdo a la entidad revisora, contraviene la ley que
rige a los funcionarios de la administración central del Estado.
Por ello, al contratar a Marshall, se vulneraron los principios
rectores como la eficiencia y “velar por el uso eficiente e idóneo de
los medios públicos”, es decir no usaron adecuadamente las lucas del
fisco.
El organismo dirigido por Ramiro Mendoza recordó que en al menos 5
dictámenes sobre materias similares “ha señalado que las personas bajo
la modalidad de honorarios no pueden desarrollar actividades habituales
en la institución en la cual son contratadas como lo son las de carácter
directivas o de jefatura, en atención a la transitoriedad de tales
empleos ya que quienes las desempeñan no poseen la calidad de
funcionarios públicos y que, por ende, carecen de responsabilidad
administrativa”.
En esa línea, acreditó que a Marshall no debieron autorizarle las
mismas funciones que Reyes ya que son exclusivas de esta última, además
de pertenecer al organigrama jerárquico del Cruch.
Suma y sigue
No es la única anomalía. Sucede que el contrato de Marshall debió ir a
la Contraloría para su examen de legalidad, lo que en este caso no
ocurrió. De haberlo hecho, es altamente probable que el organismo no
hubiera dado pie a la situación y habría representado la decisión de
Zolezzi.
Luego de analizar los antecedentes la Contraloría ofició a Zolezzi
para que corrija a la brevedad las irregularidades y le informe al
organismo las eventuales responsabilidades administrativas que están
detrás de la contratación.
Lea el dictamen completo