Narayan Vila
Este viernes, un contingente de Fuerzas Especiales de
Carabineros desalojó el Liceo Chileno-Alemán, luego de repetidas tomas
de los alumnos. En tanto, lo voceros de las organizaciones de
estudiantes secundarios advirtieron que los colegios en toma aumentarán
ante la represión con la que el Gobierno responde a su demanda de
mejorar la calidad de la educación pública.
Esta mañana, efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros
desalojaron el Liceo Chileno-Alemán de Ñuñoa, luego de que el recinto
fuera ocupado, nuevamente, por sus estudiantes.
Los alumnos, que están movilizados desde inicios de mayo, exigen
mejorar la infraestructura del recinto; la construcción de una
enfermería y la presencia permanente de un prevencionista de riesgos.
Además, exigen la salida del director Héctor Carrillo, a quien acusan
de impulsar una campaña mediática contra los estudiantes movilizados,
lo que habría sido mandatado por la Asociación Chilena de Industrias
Metalúrgicas y Metalmecánicas, dueña del liceo.
Moisés Paredes, vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes
Secundarios (Cones), se refirió a la situación de los alumnos de este
recinto: “El caso del Liceo Chileno-Alemán es muy especial. Yo estuve
conversando con ellos el jueves, donde ha habido una campaña mediática
para criminalizar a esos estudiantes, y el 90% de lo que a salido en la
prensa es mentira cuyo director afirma que hay 15 estudiantes con su
matrícula suspendida, pero los estudiantes me informaron que a unos 70
alumnos se les niega ingresar a clases”.
El portavoz de la Cones advirtió al Gobierno, particularmente a la
ministra de Educación, Carolina Schmidt, que la respuesta que debe
entregar al movimiento estudiantil no debe ser la represión, sino que
dar respuesta a las demandas secundarias.
Por esto, el vocero de los estudiantes secundarios señaló que “el
Gobierno tiene que entender que si la única respuesta que tiene para el
movimiento estudiantil es la represión con desalojos, detenciones,
nosotros nos volveremos a levantar y esa represión y esas detenciones se
convertirán en la chispa que volverá a encender el movimiento
estudiantil que sacará las sillas de sus aulas para colocarlas en las
rejas, como símbolo de que nos volvemos a levantar por una educación
pública gratuita y de calidad, y por lo tanto, es necesario salir a las
calles”.
Isabel Salgado, vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes
Secundarios (ACES), compartió el diagnóstico y conminó al Ejecutivo a
responder a las propuestas elaboradas por el movimiento social por la
educación.
En esa línea, la dirigenta de la Enseñanza Media afirmó que “vemos
que esta es una movilización ascendente con más colegios movilizados y
vemos también que será un proceso donde nosotros nos vamos a fortalecer y
vamos a empezar a crear nuevas organizaciones en busca de soluciones
concretas. Un año de movilizaciones muy fuertes, entendiendo que no se
han dado soluciones después de tres años de un Gobierno que
supuestamente tomaría los temas sociales”.
Entre los colegios que se podrían sumar a este proceso de
“radicalización de las movilizaciones” de incluyen los liceos de
Aplicación y Barros Borgoño, los cuales podrían ser ocupados,
prontamente, por sus alumnos.
De ser así, se añadirían a los cerca de 12 establecimientos que se
encuentran actualmente “tomados”. Uno de ello, el Instituto Nacional,
votará este viernes si ratifica o no, por una semana más, la ocupación
del establecimiento.