11 de Junio de 2013
"Presión ojalá pacífica,
porque más pasa el tiempo y más veo que si vamos por este camino se
amenaza la paz social, porque hay varias posibilidades y una de ellas es
que haya un golpe de Estado", sostuvo el religioso.
El obispo de Aysén, Luis
Infanti, aseguró que una de las maneras de evitar conflictos sociales
mayores -incluso posibles quiebres institucionales- es a través de un
cambio constitucional.
“Yo creo que la única posibilidad es que la presión de la gente ayude
a que se llegue a una nueva Constitución. Presión ojalá pacífica,
porque más pasa el tiempo y más veo que si vamos por este camino se
amenaza la paz social, porque hay varias posibilidades y una de ellas es
que haya un golpe de Estado”, sostuvo el religioso en entrevista con Radio ADN.
“Chile es un país vendido, porque hay una Constitución que lo
permite, que es un signo de un modelo que está marginando, expulsando
gente del bien común”, agregó Infanti.
En ese sentido, recalcó que “los más pobres no son solamente a los
que les falta plata, sino también los que son marginados de las
decisiones relevantes para su vida. Por esto, la Constitución es
dictatorial desde su concepción misma, si bien se le han hecho algunos
arreglitos que son marginales”
“Los que se sienten cómodos con esta Constitución, o sea, los que
tienen el poder económico, político y judicial, no van a permitir
cambios”, concluyó.