La toma del Liceo
Gabriela Mistral.
Lo ocurrido el miércoles en nuestra comunidad escolar (la toma del
Liceo por los alumnos de la jornada diurna) es un hecho que debe
llamarnos a meditación, en el sentido que los miembros de una
comunidad escolar deben actuar de acuerdo y no separados. Por algo la
LEGE señala explícitamente que alumnos, apoderados, asistentes de
la educación y docentes conforman una Comunidad de Trabajo. Por ello
es que frente a la decisión de tomarse el Liceo intentamos dialogar
con los estudiantes porque, estando de acuerdo con el fondo de las
peticiones que realizaban, nunca los docentes estuvimos de acuerdo
con la forma. Sobre todo porque habiendo una nueva administración y
un nuevo Jefe de DAEM, que aún no cumple un mes de asumido no es
posible pedirle que solucione todos los problemas de un momento a
otro, por varias razones: logísticas, falta de recursos, porque los
problemas llevaban más de una década sin solucionarse, porque nunca
conocimos el petitorio, etc. Nuestra propuesta presentada a los
alumnos consistía en postergar un par de días la toma y que
rehiciéramos el petitorio para incorporar nuestras propias demandas
como estamento y las de los alumnos del vespertino y de los
apoderados. Creíamos que conversando todo era solucionable, además
nos preocupaba que no se vulneraran los derechos de los profesores y
de los alumnos del Vespertino. Pero no se nos escuchó.
Ahora conociendo el petitorio y las respuesta entregada por el señor
Alcalde, podemos decir que la gran mayoría de lo allí solicitado
estaba en proceso de solución.
La gran lección es que todos debemos dialogar antes de tomar
decisiones, que todos debemos estar conscientes de qué se pide,
porqué, para qué y para cuándo. Caso contrario podemos caer en
situaciones que provoquen problemas, por ejemplo: que se rompan la
buenas relaciones de convivencia escolar, que algunos alumnos sean
perjudicados en sus estudios, que otros se aprovechen de las buenas
intenciones y hagan chambonadas, deteriorando aún más la
infraestructura del local escolar, etc.
Por otra parte los alumnos no pueden olvidar que en todo
establecimiento escolar existe un responsable –el Director- el cual
lo es civil y penalmente y que sobre él existen otras autoridades
que deben reglar estos procesos donde cada uno asume sus propias
responsabilidades.
Pero no se nos
escuchó. Y nos sentimos desprotegidos como comunidad de educadores.
Ahora todo está en
calma, las acciones han retomado el cauce que nunca debió perderse,
los alumnos tienen sus conclusiones del proceso, los docentes
también, esperamos que los padres y apoderados saquen las suyas y
colaboren en la educación de sus hijos, porque esto no es
aprendizaje de contenidos es un gran aprendizaje de lo que significa
la vida en sociedad y de preocuparse de sus derechos, pero también
de sus deberes. Y que toda libertad no es libre al infinito sino en
la medida en que no vulnere la de los demás y que además sea
compartida por otro u otros. Porque cuando se empieza a hacer un daño
en nombre de un derecho allí se pierde la libertad de unos
conculcada por la de otros. Y de eso la historia está llena de
resultados nefastos.