Narayan Vila
Pese a ser calificada como “inexplicable” e “impropia”,
continúa la toma del Instituto Nacional. Durante el segundo día de
ocupación, los escolares elaboraron un petitorio y se lo enviaron a la
Municipalidad de Santiago. Junto con ratificar que la toma se extenderá
por, a lo menos, seis días, los estudiantes advirtieron que la
movilización puede ser el inicio de una escalada de tomas.
Mala gestión de la rectoría, que se traduce en carencia de
docentes y profesionales y pérdida de horas pedagógicas, y un proyecto
educativo obsoleto son los antecedentes de la toma del Instituto
Nacional, la que se apronta a cumplir su tercer día.
Este jueves, los alumnos elaboraron el petitorio y establecieron que,
durante los próximos días, ocuparán las dependencias del liceo para
reunirse con los profesores y personal paradocente, padres y apoderados y
el rector Jorge Toro, a quien acusan de la deficiente administración.
Magaly Ávila, presidenta de la agrupación de Padres Movilizados del
Instituto Nacional, afirmó que no sólo es la mala administración, sino
que también un grupo importante de alumnos desconfía de la autoridad.
“Somos testigos de las carencias, la mala gestión, la falta de
compromiso del rector hacia los alumnos, quienes no se sienten
protegidos. Lo más grave es el ingreso de carabineros del año pasado, en
el cual frente a los ojos del rector detuvieron a 101 estudiantes.
Además, durante tres meses muchos cursos no tuvieron clases. ¿Por qué
rectoría no pide los profesores que se necesitan?”, acusó.
Sin embargo, y pese a que en un primer momento se concordó pedir la
destitución de la autoridad, Francisco Saba, vicepresidente del Centro
de Alumnos, aclaró que su salida no es un fin en sí mismo.
“Nosotros estamos pidiendo un cambio en la gestión administrativa del
colegio. Si hay personas que resulten responsables, tendremos que ver
eso en conjunto con todos los estamentos, pero esta movilización no es
por personas en específico. Obviamente hay personas que han cometido
faltas, porque tenemos problemas administrativos, pero esta movilización
no es para sacar a nadie”, precisó.
El rector calificó como “inexplicable” la toma del establecimiento,
ya que desde el municipio estaban trabajando en los espacios de diálogo,
tal y como, a su juicio, lo exigen los estudiantes.
La alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, quien catalogó la medida de
presión como “inapropiada”, también se mostró sorprendida, afirmando que
“hoy existen instancias de participación inéditas”, en referencia a los
“claustros”.
Sin embargo, los alumnos del Instituto Nacional calificaron como un “diálogo muerto” estos espacios, por no ser resolutivos.
Francisco Saba aseveró que la carencia de debate al interior de los
colegios es una realidad a nivel país. Por lo mismo, advirtió que la
“toma del Nacional” puede ser el punta pie inicial de una seguidilla de
movilizaciones.
“Llevamos más de un centenar de horas pedagógicas perdidas, hay una
falta de profesores en el colegio, los que llegan se van muy rápido
entonces estamos teniendo un déficit respecto a eso. En la parte del
proyecto educativo, queremos crear un nuevo proyecto para un Instituto
Nacional del siglo XXI en el cual trabajemos la calidad ya no como un
concepto económico, sino que la excelencia desde el ámbito académico al
humano, que en este momento se ha perdido”, expresó.
Claudio Canales, presidente del Centro de Padres, indicó que el
Consejo Escolar propuso a los estudiantes “que elaboren una metodología
de claustro, la entreguen al municipio y si ésta es aceptada que se baje
la toma y se inicie ese proceso”.