El ex ministro de
Educación, elevado a la condición de mártir por la derecha, formuló
fuertes declaraciones contra la ex presidenta este sábado.
Consultado
por las declaraciones de Evelyn Matthei, quien atribuyó a Michelle
Bachelet responsabilidad intelectual de su destitución, dijo Beyer a La
Tercera: "Si la ex Presidenta hubiese hecho una declaración de apoyo a
mi persona, el escenario político habría sido otro. Uno supone que en
política los líderes tienen cierta lealtad a gente que ha colaborado con
ella. Y, por lo tanto, esa señal tampoco habría sido inadecuada de su
parte".-Usted colaboró en su gobierno...-Yo no contribuí en una pequeña dimensión, sino que estuve en tres comisiones y creo que mi rol fue, desde el punto de vista de sus intereses y de lo que ella buscaba, bien importante. Eso ya es leche derramada, no me interesa hacer mayores olas.
-Esta falta de lealtad que según usted tuvo Bachelet, ¿qué le provoca?
Me decepcionó. Y la sensación de que es un liderazgo de mentira. De un líder político, uno esperaría que tuviera capacidad de mirar con más distancia, con una perspectiva más de largo plazo, y eso es lo que yo no vi.
-¿Cuánto influyó en su caída el rol de la Confech, que buscaba su destitución?
-Sería lamentable que los senadores se hubieran sentido presionados por dirigentes estudiantiles, que son un grupo de presión más. La sociedad tiene distintos tipos de presión y los dirigentes estudiantiles son grupos muy importantes, pero sus intereses no necesariamente coinciden con los del país.
-Pero hubo coordinación entre la Confech y diputados de oposición.-Sí, eso está acreditado y es lamentable. ¿Por qué los profesores de liceos rurales no tienen el mismo acceso a los parlamentarios? Porque no son un grupo de interés relevante.
-¿La Concertación intentó congraciarse con los estudiantes?
-No sé si toda la Concertación, pero varios parlamentarios sí... y de una forma un poquito ridícula.
Hipocresía
En otra parte de la entrevista, afirmó que en Chile "tenemos un sistema de educación superior que se construyó sobre la base de inversión privada y eso se aceptó, y se aceptó políticamente por un gran espectro de la sociedad chilena. Se permitió que hubiese aportes de capital, inmobiliarias que aportasen los edificios y las universidades pagaran los arriendos. Esa es la verdad, todo lo demás es música".
"La hipocresía es que permitimos, y estábamos todos contentos, un desarrollo del sistema privado a través de esa vía".
