El organismo aseguró que
pedirán al Gobierno poner fin a este método ya que representa un grave
peligro, incluso la pérdida de la visión, para quienes asisten a las
manifestaciones.
Tras la última movilización
estudiantil del 11 de abril surgieron varias denuncias de asistentes a
la convocatoria que resultados heridos producto del uso de balines de
pintura de parte de Carabineros (para marcar a quienes generen
desmanes). Ante esto, el Colegio Médico recomendó este jueves al
Gobierno suspender el uso de dichos proyectiles debido al peligro que
representan.
“Nuestra recomendación a las autoridades de Gobierno debiera ser la
supresión de esta arma disuasiva, que puede provocar casos realmente
gravísimos y con resultado de muerte”, afirmó el presidente del
Departamento de Derechos Humanos del Colegio Médico, Álvaro Reyes.
Uno de los lesionados en la última marcha, el arquitecto de 58 años,
Enrique Eichin, se encuentra bajo riesgo de perder uno de sus ojos
producto del impacto de uno de estos balines.
Según detalló un grupo de médicos especialistas, el riesgo que
representan estos objetivos es que debido a su tamaño podrían provocar
“un estallido ocular” que derivaría en la pérdida de la visión. “Cuando
una pelota de fútbol viaja a gran velocidad y golpea la zona del ojo, la
órbita del ojo lo defiende como un parachoque y la pelota choca con los
huesos. En cambio, con cualquier objeto más pequeño, y más aún un
balín, el ojo no es protegido y (el objeto) impacta completamente en el
ojo. Eso es rotura y pérdida segura de la visión. Por eso esto es tan
grave y estamos alarmados por la gran cantidad de pacientes lesionados”,
explicó el Dr. Gonzalo Vargas, de la sociedad de Oftalmología, quien
agregó que de seguirse aplicando este método, “podríamos tener mucho más
lesionados y ciegos”.
Por su parte, el presidente del Colegio Médico, Dr. Enrique Paris,
aseguró que solicitarán a la sociedad de Oftalmología que se pronuncie
sobre el tema para enviar así un documento oficial al Gobierno
solicitando el fin al uso de estos artefactos.