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Ante los cuestionamientos por el uso que se le está dando a los
balines de pintura, la policía uniformada realizará un análisis sobre el
daño que provocan.
Carabineros determinó evaluar
técnicamente el daño que ocasionan las pistolas de paintball y dejará de
utilizarlas para marcar a quienes protagonicen disturbios en las
marchas.
La policía uniformada tiene 20 de estas armas, de las cuales 16 están en
la Región Metropolitana, dos en Valparaíso y dos en Concepción.
Según la explicación de Carabineros, este armamento era utilizados para
identificar a las personas que cometen desórdenes, y que en la última
movilización estudiantil, del 4 de abril, se detuvo a 18 personas con
este método.
Sin embargo, su uso ha sido cuestionado luego que el arquitecto Enrique
Eichín recibió uno de los proyectiles de pintura en su ojo derecho, tras
lo cual tanto el Colegio Médico como los estudiantes llamaron a retirar
estas pistolas.
Un equipo de las Fuerzas Especiales y del Departamento de Derechos
Humanos serán los encargados de realizar el informe solicitado por el
general director de Carabineros, general Gustavo González.
