20 de Febrero de 2013
Ministerio de Educación publicó decreto de reconocimiento en febrero de 2012
No es un campus, no tiene
patios, la biblioteca es más pequeña que la de un colegio privado
promedio, aunque ofrece un catálogo virtual. Pertenece a la Caja de
Compensación del mismo nombre y en marzo de 2012 abrió sus puertas en un
edificio de ‘Sanhattan’ con 98 alumnos. Este año van 70 matriculados.
El proceso de abrir una universidad en el país no es difícil de sortear.
La ubicación despista: la
nueva Universidad La Araucana, que desde el año pasado se sumó a las 34
privadas que existen en Chile, funciona en el edificio del World Trade
Center, en pleno barrio ‘Sanhattan’. A unos pasos de la Torre de la
Industria, donde está la sede de la Sofofa; casi pegado al de la CUU y
frente al mall Costanera Center y su rascacielos. O sea, en
medio de empresas y negocios. Difícilmente, un visitante supondría que
está en una universidad.
Ocupa la mitad del sexto piso. Allí dicta tres carreras bajo las
modalidades de horarios diurno y vespertino, usando salas con nombres
mapuches: en la Rayén, Trabajo Social; en la Kuyén, Ingeniería Civil en
Informática; y en la Coyán, Ingeniería Comercial. Le hacen honor a su
dueña, la Corporación Educacional La Araucana, que depende de la Caja de
Compensación del mismo nombre.
Hay dos salas de computación con 24 computadores cada una y otras que
cuando no se ocupan haciendo clases se arriendan para charlas. El
viernes pasado una era ocupada por PriceWaterhouse, probablemente por el
antiguo vínculo de Antonio Castilla, socio de la auditora durante 26
años y hoy presidente de la Caja, la Corporación Educacional y la
Universidad. El mismo que también estuvo a la cabeza de la Corporación
Santo Tomás nombrado por Gerardo Rocha.
El año pasado se matricularon 98 alumnos. “Algunos se enteraron por
avisos en el Publimetro, en el Transantiago, los afiches en el Metro,
publicidad en la radio. TV no hicimos mucho. También llegaron por
agentes de venta que visitaron las empresas para presentar a la
universidad. O los alumnos de nuestros Centros de Formación Técnica e
Institutos Profesionales mencionaban que teníamos una universidad que
recién estaba partiendo”, explica Martín Catalán, el jefe de finanzas y
administración de la universidad que lleva puesta la polera con el logo
blanquiazul.
El tiempo para hacer campañas fue corto. Pudieron comenzar el 20 de
enero cuando el Ministerio de Educación reconoció oficialmente, a través
del Decreto Nº 43, a la Universidad La Araucana (en formación),
convirtiéndose en la última autorizada para funcionar en Chile.
El entre paréntesis es porque en Chile aprobar significa que puede
operar como cualquiera de sus pares, pero durante los primeros seis años
está en etapa de licenciamiento. O sea, en vías de ser autónoma. Sus
títulos son reconocidos y válidos tal como los de la Universidad de
Chile que tiene 171 años. La diferencia es que llevan la firma de uno de
los miembros del Consejo Nacional de Educación que revisa que la
carrera fue impartida tal como lo aprobó el organismo.
Si no cumple con lo previsto en seis años le otorgan otros cinco.
LAS FACULTADES DEL MINEDUC
Como cualquier sociedad en Chile, una universidad nace en una notaría
con una escritura pública que detalla el acta de constitución y sus
estatutos. El paso siguiente es depositar una copia en el Ministerio de
Educación que la inscribirá en el Registro de Universidades Privadas. Y
con eso ya tiene la personalidad jurídica. No hay un monto mínimo de
capital exigido.
La Araucana fue inscrita el 25 de septiembre de 2009 con el número 101.
Un punto importante: como en Chile existe libertad de educación, la
Ley General de Educación Nº 20.370 establece que el Ministerio no podrá
negar el registro de una universidad. Aunque si el proyecto presentado
no cumple con algún requisito en su constitución o los estatutos no se
ajustan a la ley, el Mineduc tiene un plazo de 90 días desde que recibió
la copia de la escritura para objetar las fallas del proyecto.
Los interesados cuentan con 60 días para subsanar las observaciones.
Si lo hacen, pasan a la etapa 2, el Consejo Nacional de Educación
(CNED). De lo contrario, se cancela la personalidad jurídica y se
elimina del registro.
Casi un año después de ser aprobada por el CNED, en octubre de 2012, se realizó la primera visita de pares evaluadores, que dio lugar a un informe de seis páginas. Entre los aspectos positivos se destaca que los alumnos no han recibido información que les genere falsas expectativas, que existe un aula virtual con Wi-Fi y la creación de una instancia informal integrada por el rector, el vicerrector académico y los decanos de las tres carreras para agilizar la toma de decisiones. Para ingresar sólo se requiere una entrevista con el decano de la carrera que, según el informe, se centra “principalmente en la condiciones socioeconómicas que se describen en una ficha socioeconómica-educativa del alumno”.
¿Qué incluyen los estatutos que son lo fundamental de la
presentación? Datos básicos como los nombres de los organizadores,
domicilio de la entidad, fines que se propone. Y otros más detallados
como quiénes serán parte de su estructura, atribuciones y duración en
sus cargos, forma de gobierno, elección de autoridades, los títulos
profesionales que otorgará inicialmente y cómo se modificarán o
disolverán sus estatutos.
En el peor de los casos, la demora en la etapa Mineduc es de cinco
meses. En el CNED deben aprobarse el “proyecto institucional” y la
“certificación de recursos docentes, didácticos, económicos y físicos”.
El primero va de lo general a lo particular. Desde la misión a la que
aspira hasta cómo la va a cumplir. Carreras, mallas, número de docentes,
lugar de funcionamiento, proyecciones de matrícula, tasa de deserción.
Información que es analizada por la secretaría técnica del CNED y
evaluadores externos inscritos en un registro.
Una vez que los diez consejeros —siete son designados por el
Presidente de la República, entre ellos, el ex rector de la UC, Pedro
Pablo Rosso; la directora del Santiago College, Lorna Prado; el rector
del Instituto Nacional, Jorge Toro; el subsecretario de Educación del
gobierno de Lagos, Pedro Montt— reciben la información, tienen 90 días
para pronunciarse.
Si hay observaciones los interesados tienen 60 días para corregirlas.
Y el Consejo, otros 60 días para resolver. Se requiere mayoría simple:
seis de diez votos para aprobar o rechazar. Duración máxima de esta
etapa: siete meses.
Son pocas las universidades rechazadas que recuerden en el CNED.
Mencionan una evangélica, otra del Boston College (cadena con cinco
colegios), la del Deporte de Iván Zamorano, que tuvo problemas
societarios, y una relacionada con las artes.
RECHAZADA, REFORMULADA Y APROBADA
El “proyecto institucional” de la Universidad La Araucana y las tres
carreras a impartir fueron rechazados por el Consejo el 9 de diciembre
de 2010. Debieron ser reformulados y el 31 de marzo de 2011 recibieron
el visto bueno por la unanimidad de los integrantes del CNED.
Se le fijó un plazo de seis meses para acreditar que contaba con los
recursos comprometidos y aprobados en el proyecto original. El 22 de
agosto entregó los antecedentes, recibió observaciones, los corrigió y
el 24 de noviembre de 2011 obtuvo también de forma unánime la
certificación de los recursos económicos y docentes.
En términos generales, implica demostrar que se cuenta con fondos
económicos, lugar de funcionamiento y una planilla docente, presentando
para ello contratos de arriendo o compra y de personal.
Del CNED los antecedentes pasaron al Mineduc que emitió el decreto y lo publicó en el Diario Oficial el 16 de febrero de 2012.
La Caja de Compensación La Araucana demoró dos años y dos meses
—desde el 25 septiembre de 2009 al 24 noviembre de 2011— en tener su
universidad. Conseguir una patente de alcoholes, a veces, cuesta un año o
más. Y hay que considerar que en la tramitación hubo rechazos al
proyecto institucional, sus carreras y objeciones en la certificación de
recursos.
Sin hacer demasiado ruido la Caja ha logrado instalarse entre los
grandes prestadores de educación. En 2010, el año más actualizado,
pasaron por sus aulas 30 mil alumnos.
De su corporación educacional, que no tiene fines de lucro, dependen
cuatro colegios Creación (Chillán, Concepción, Osorno y Puerto Montt);
diez institutos profesionales (desde La Serena a Puerto Montt) y tres
Centros de Formación Técnica (dos en Santiago y uno en San Antonio). Y
otros servicios como enseñanza media para adultos que se imparten en las
salas de clases de los colegios Creación durante la noche, cursos de
capacitación Sence, una Escuela de Idiomas, e-learning para la
carrera de técnico en nivel superior en gestión de servicio público.
También cuentan con una llamada “Escuela Universitaria” para que los
alumnos de sus IP y CFT (entre ambos suman 16 mil) y de otros centros de
estudios, convaliden ramos y obtengan un título universitario a través
de un convenio con la U. de Tarapacá que el año pasado cambiaron por la
U. del Pacífico. Próximamente bastará con la suya. Se hacen en la misma
sede de la Universidad La Araucana.
“Nuestra nueva joya”, como la describe su mandamás Antonio Castilla en la web,
culmina el sueño de llegar a la cima educacional. “Era una aspiración
de mucho tiempo, la continuación natural de los Institutos Profesionales
y Centros de Formación Técnica La Araucana”, afirma Patricio Cofré,
gerente corporativo de finanzas y control de gestión.
Algunas de las ventajas que cita Castilla es que no se paga
matrícula; cada alumno recibe un computador sin costo con los programas y
material de lectura y un sistema de tutoría. Los aranceles son más
económicos, entre $1,6 millones y $2,2 millones.
La mayor parte de los alumnos son trabajadores que estudian de noche
y, según Catalán, el jefe de finanzas, cancelan de su propio bolsillo.
Sólo un 10 % usa el crédito que ofrece la Caja y que se le descuenta por
planilla al trabajador cuya empresa está afiliada a la institución.
PROBLEMAS EN LA BIBLIOTECA Y LA META DE MATRÍCULA
Durante los seis años de licenciamiento el CNED verifica “que cumpla
con las intenciones establecidas en la declaración de misión y los
criterios de evaluación del Consejo”, explica Daniela Meneses, jefa de
educación superior del organismo. El mecanismo más importante son las
visitas de pares evaluadores a terreno.
Casi un año después de ser aprobada por el CNED, en octubre de 2012,
se realizó la primera que dio lugar a un informe de seis páginas. Entre
los aspectos positivos se destaca que los alumnos no han recibido
información que les genere falsas expectativas, que existe un aula
virtual con Wi-Fi y la creación de una instancia informal
integrada por el rector, el vicerrector académico y los decanos de las
tres carreras para agilizar la toma de decisiones.
Para ingresar únicamente se requiere una entrevista con el decano de
la carrera que, según reporta el informe como un punto negativo, “se
centra principalmente en la condiciones socioeconómicas que se describen
en una ficha socioeconómica-educativa del alumno”. No existe un
diagnóstico para identificar sus fortalezas y debilidades y se espera
que al comenzar los cursos del primer semestre cada profesor haga un
test, práctica que no se cumple en todos los cursos.
No hay lugares de esparcimiento y los alumnos vespertinos no acceden a
la biblioteca durante la jornada completa, porque cierra. Tampoco se
han separado los http://us-mg6.mail.yahoo.com/neo/launch#espacios
físicos que se destinan al arriendo de salas y al programa de títulos
con las universidades de Tarapacá y del Pacífico.
Además, los decanos tienen que cumplir múltiples roles.
Lo más preocupante —detalla— es que en su primer año logró cubrir
poco más de la mitad de sus vacantes, lo que la universidad atribuye a
una tardía campaña de admisión, pero que se agrava con las tasas de
deserción esperadas en torno a un 20 %.
Los entendidos dicen que el ideal son 50 alumnos por carrera para
acercarse al equilibrio considerando los costos en profesores y La
Araucana consiguió poco más de 30. Este año se han matriculado 70, pero
queda todavía un mes.
Dinero no falta. Las Cajas de Compensación son riquísimas. Reciben el
0,6 % de la cotización de salud de los trabajadores que pertenecen a
Fonasa cuando las empresas optan por afiliarse a una caja, cosa que
ocurre mayoritariamente porque ofrecen muchos descuentos y bonos. La
Araucana es gigantesca: tiene desde centros médicos propios a una
agencia de viajes. A cambio, estas entidades sin fines de lucro entregan
en sus oficinas los pagos de las licencias médicas.
El año pasado la nueva universidad perdió $ 143 millones. Pero su
dueña, la Caja, había ganado hasta septiembre $ 7.907 millones.