28 de junio de 2012
Investigación del Centro de Estudios de la FECh
Cuáles son las universidades
que registran más ingresos, de qué forma mantienen supremacía en el
mercado los planteles no tradicionales que captan –sin mayor selección– a
grandes masas de estudiantes, son algunas de las preguntas que responde
este estudio, que ya tiene respuestas preliminares. Una información
que sirve para entender el contexto del problema, hoy cuando se realiza
la tercera marcha del año contra lo más vapuleado del negocio de la
educación superior: el lucro.
El Centro de Estudios de la
FECh (Cefech) concluyó la primera etapa de una gran investigación
respecto al “Poder económico y social de la Educación Superior en
Chile”, en el que se da cuenta de cómo se han movido grandes sumas de
dinero para crear el imperio de la educación que existe hoy en Chile y
que miles de estudiantes van a salir a criticar hoy a la calle, en la
tercera marcha del año.
Entre los datos de los que da cuenta el estudio —financiado por la Fundación Heinrich Böll— y que replica en extenso El Mostrador,
la envergadura del mercado de las instituciones universitarias en Chile
representa a 8.706.005 sueldos mínimos ($182.000 pesos). Todo esto se
enmarca en un escenario en el cual predominan las instituciones
tradicionales que seleccionan a sus estudiantes (39,18%) y aquellas no
tradicionales que captan a una gran masa de “clientes” (33,38%), como el
caso de la Universidad de las Américas o la polémica Universidad del
Mar, una de las que tiene mayor número de sedes a nivel nacional.
“Una de las principales conclusiones que podemos sacar de la primera
parte del informe, es que el ‘milagro’ chileno de la educación superior
en torno a la expansión de la matrícula, ha traído un negocio de enormes
magnitudes a costa de las familias. El poder económico y social que
tienen estas instituciones trae consigo poder político”, señala Pablo
Soto, director ejecutivo del Cefech, quien también apunta a que esta es
una realidad que quedó al descubierto en la lista elaborada por la
periodista María Olivia Mönckeberg que fue publicada el miércoles por El Mostrador y que revela los rostros públicos tras el lucro.
“Es por esto que hay grandes empresas detrás de la educación,
empresas que compran carteras de estudiantes, no sólo Universidades.
Además, la recopilación de información para completar el mapa es muy
compleja porque las Universidades post-1981 son una caja negra que se
aprovechan de un mercado cautivo y altamente explotable, por lo
necesario que es ingresar a la educación superior”, afirma Soto.
El estudio también analiza la participación en el mercado de estas
casas de estudio dependiendo de su estructura de propiedad: por grupo
económico (aquellas que tienen grandes espaldas detrás, como Laureate),
por corporación unitaria (aquellas que no pertenecen a grandes holding o
grupos económicos y poseen sobre 15 mil estudiantes) y las pequeñas
corporaciones, que poseen menos estudiantes que la mencionada
anteriormente.
“Son instituciones que han obtenido, a costa de la economía de los hogares y sueños de los nuevos estudiantes que ingresan a la educación superior, un importante poder económico avalado por una legalidad que permite el lucro bajo una serie de subterfugios”, explica Soto, director ejecutivo del Cefech.
En ese sentido se observa que la Universidad Andrés Bello es la
institución que representa el mayor poder de mercado, con valores
ligeramente sobre la media; esto se debe más que nada al gran número de
matriculados que tiene.
“Son instituciones que han obtenido, a costa de la economía de los
hogares y sueños de los nuevos estudiantes que ingresan a la educación
superior, un importante poder económico avalado por una legalidad que
permite el lucro bajo una serie de subterfugios”, explica Soto.
Coincidentemente, las instituciones
universitarias nombradas en el informe presentado por la comisión
investigadora del funcionamiento de la Educación Superior, son las
instituciones que han sumado en sus aulas a una mayor cantidad de
estudiantes en el último tiempo. Son las mismas que presentan mayor
poder dentro del mercado de la educación universitaria y son las que han
practicado de manera más eficiente un negocio rentable para sus dueños.