27 de Abril de 2012
Sostiene que reforma tributaria beneficia sólo a los sectores más ricos
El coordinador nacional de
Educación 2020 hizo un lapidario análisis de la iniciativa anunciada
por el mandatario, advirtiendo que ésta "no incluye los recursos
necesarios y ya anunciados para la educación superior" y consideró
"ofensivo" el anuncio de deducciones del impuesto a la renta para pagar
gastos privados en educación, afirmando que es "simplemente falso" que
beneficiará a 1.5 contribuyentes de la "clase media".
El coordinador del movimiento
Educación 2020, Mario Waissbluth analizó las medidas que contempla el
proyecto de reforma tributaria dado a conocer anoche por el Presidente
Sebastián Piñera en una cadena voluntaria de radio y televisión,
concluyendo que lejos de constituir “el salto” que el país necesita,
como lo expresó el jefe de Estado, la iniciativa no hace más que
“profundizar el apartheid educativo”.
Waissbluth afirmó en su blog de La Tercera que la
recaudación de entre 700 y 1.000 millones de dólares que se lograría
“suena harto… pero es poco”, destacando que corresponde a una cifra que
eleva la carga tributaria de 20.0% a 20.03%, misma que es de 23% en
Uruguay, 27% en EEUU y 32% en Canadá.
“Este ejercicio nos arroja una suma que en el mediano plazo asciende a
US$3 a 4 mil millones de dólares por año según algunos criterios
diferentes de cálculo. Esto NO incluye, repito, NO incluye los recursos
necesarios y ya anunciados para la educación superior”, manifestó.
Asimismo, dio que “lo que es verdaderamente ofensivo, en realidad
intolerable, es el anuncio de deducciones del impuesto a la renta para
pagar gastos privados en educación. Se ha repetido hasta la saciedad que
esto beneficiará a 1.5 millones de contribuyentes ‘de la clase media’ y
esto es, simplemente, falso”.
Sobre este último punto argumentó: “Los verdaderos beneficiados por
esta medida serán el remanente, es decir 542 mil contribuyentes, los más
ricos de Chile, cuyo ingreso tributario va desde $1.4 millones – que
pagan $62 mil mensuales de impuesto – hasta 21 mil contribuyentes que
tienen un ingreso promedio de $9.5 millones mensuales– y que
posiblemente eluden otro tanto – que tributan $2.7 millones por mes”
“¿Es esa la ‘clase media’? Todos en Chile se creen de ‘clase media’, e
ignoran que la verdadera “clase media” de este desigual país, que por
lo general no lee la prensa ni twittea, tiene un ingreso per capita de
alrededor de $300 mil pesos. Esperaremos entonces ansiosos la ‘letra
chica’ de esta regresiva medida”.
Segregación del sistema educativo
Waissbluth fue más allá y consideró que el sistema propuesto no hace
más que extender la brecha educacional. “La cosa se pone aún peor. En lo
que a Chile le ha ido claramente mal -lo que explica en parte la
crisis estudiantil de hoy- es en la segregación social del sistema
educativo, expresada por el Índice de Duncan que publica la OECD cuando
realiza la prueba PISA”
“En los países con los peores Índices de Duncan del MUNDO, que son
precisamente Chile y Perú, hay escuelas en las que sólo estudian hijos
de muy ricos, otras en que estudian hijos de ricos, otras en las que
sólo estudian hijos de clase media alta, otras para la clase media baja,
y otras más en las que sólo estudian hijos de pobres: un verdadero
apartheid educativo”, dijo.
Y añadió que “las escuelas públicas, a las que generalmente asisten
los alumnos más pobres, son mucho menos segregadas que las privadas sin
fines de lucro. Las más segregadas socialmente son aquellas con fines de
lucro y copago de los padres, las que muestran distribuciones de
ingreso inter-escuela similares a las de Haití”.
Finalmente, manifestó que “el ‘modelito chileno’, que contempla la
posibilidad de los padres de enviar a sus hijos a escuelas que exigen un
cobro adicional de acuerdo con su estrato económico (mecanismo
insólitamente consolidado por un gobierno de centro-izquierda y un
Ministro de Educación que fue posteriormente candidato de la izquierda
extraparlamentaria), ha profundizado la segregación social. Obviamente,
ésta tiene muchas raíces históricas, barriales y culturales. La pregunta
es si el sistema educativo las profundiza o las disminuye. Claramente,
las profundiza”.