Carta al Sr. Piñera:de Jorge Lindermann

Carta al Sr. Piñera:

Me puse tan contento cuando Ud. Sr. Presidente anunció medidas severas para los saqueadores, usurpadores de la propiedad privada, los atemorizadores de la seguridad de las personas que originan tantas angustias, desazones, malos ratos, penas, sufrimientos, pérdidas (me puse como él) y tantas cosas más; díjeme, se acabaron las usuras, las estafas y engaños masivos; pero cuando continuó con su discurso cambié de contento, a preocupado y apesadumbrado de ver que se refería a una parte del problema social de Chile y como nos perfilamos a un estado policíaco. Qué pasó, es que en un principio creí que los primeros en la lista eran los ejecutivos de los retail, a los de las superintendencias de valores y seguros, de Isapres, de AFP, de bancos, a altos ejecutivos de Empresas Públicas, a los distribuidores de combustible, a los socios de hidroaisén, los dueños de las Universidades Privadas, algunos políticos, Ministros de Estado, entre otros. Pero no, solo a los postergados, marginados, a aquellos que son violentados desde el útero, a aquellos que solo han recibido violencia tras violencia del mundo de los adultos y la sociedad en general, a aquellos cacheteados y pateados como herramientas de cambios conductuales, a aquellos en que las frustración es parte de su acervo cultural y conducta social, a aquellos que nacieron y viven hacinados, amontonados sin ninguna intimidad, a aquellos que consumen y/o trafican drogas presionados por la pobreza, a aquellos que sufren y ven la muerte cercana en un sistema de salud indigno, a aquellos que han conocido la cárcel como modelo de rebeldía y venganza, a aquellos que reciben la más mala educación de un estado discriminador, a aquellos de un mundo de mayor violencia sexual, a aquellos golpeados por la bofetada diaria de la extrema riqueza y de su pobreza, y con esperanza a aquellos que aprendieron a leer, a escribir, a discernir y a DARSE CUENTA que el pedazo de mundo en que les ha tocado vivir es de LOS QUE SOBRAN, de los desechables o no viables (M.Fridman), de los perdedores. Ha estos se refería Piñera con su expresión más dura del derechismo, NO HABRÁ TREGUA, desde el útero a la tumba DARLES DURO, no es capaz de comprender que su sociedad construida en base a las injusticias los origina y luego se desgasta en castigar para eliminarlos.

Son estos perdedores los encapuchados de este otro lado, los que serán los primeros beneficiados de las reformas Democrática en que estamos luchando, siendo las Educacionales las primeras y más importantes, no es casualidades que haya sido este el inicio de la rebeldía ciudadana.

Lamento que nuevamente la derecha equivoca el rumbo, la solución no es la amenaza y el castigo. De humanismo no saben nada. El castigo solo origina más violencia, demuestra las debilidades para originar cambios profundos. El castigo se origina de los miedos, miedo a perder los privilegios económicos y sociales partes importantes de su doctrina, miedo a perder privilegios, miedo a darles espacio a los oprimidos. Las amenazas develan incapacidades sociales de compartir y socializar. Un padre que amenaza y castiga como una conducta permanente para un orden y estabilidad de su familia, ya no tiene autoridad y su familia es ingobernable, pierde el respeto que solo da el testimonio de vida y pierde las fortalezas axiológica que solo da la verdad y la paz interior.

Jorge Lindemann S.

Presidente Comunal Viña del Mar Colegio de Profesores de Chile A.G.