Patricia Muñoz Garcìa

Patricia Muñoz Garcìa
Departamento Nacional Profesores Jubilados DEPROJ

jueves, 28 de abril de 2011

Juan Pablo II: un beato conflictivo


Este domingo 1 de mayo, el Vaticano beatificará a Karol Wojtyla, más conocido por su nombre Papal, Juan Pablo II. Considerado por algunos como un santo en vida, el polaco pasará a unirse al grupo de los beatos y su figura se conmemorará cada 22 de octubre en los calendarios católicos. Éste sería un primer paso hacia la santidad.
Para el evento, según informó el Vaticano, se han acreditado 2.200 periodistasllegada de más de 1 millón de visitantes, la participación de 3.500 voluntarios, la instalación de 400 baños químicos y un gasto total cercano a los 3,6 millones de Euros para la ceremonia que se realizará este domingo en la plaza de San Pedro. de todo el mundo. Además, se espera la
Para beatificarlo, se consideró que la milagrosa cura del parkinson a una monja francesa se debió a la intervención de Juan Pablo II, a quien la monja le rezó luego de su muerte.
Diversos medios han resaltado la rapidez con que se beatifica a Juan Pablo II, sólo seis años y un mes después de su muerte, tiempo récord para un proceso de este tipo. Años atrás, al saber la noticia de su muerte, en el Vaticano se escucharon gritos de “Santo Súbito”, que implica saltarse el proceso de beatificación para llegar a la santidad.
Sin embargo, han surgido algunas críticas con respecto a su beatificación relacionadas, principalmente, con su actuación frente a los casos de abusos sexuales a menores por parte de miembros de la Iglesia Católica.
Particularmente, los detractores a esta beatificación le atribuyen el haber encubierto al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. Juan José Tamayo, secretario general de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, es enfático frente a esto, señalando que el que fue conocido como el “Papa peregrino” por sus constantes viajes alrededor del mundo, sabía perfectamente lo que sucedía con Maciel, y no hizo nada: “Lo sabía él como lo sabía mucha gente a su alrededor porque había sido denunciado sistemáticamente desde hacía muchos años. Y conociendo lo que pasaba no actuó con la firmeza que hubiera sido necesario. No sólo no lo sancionó, como correspondía a la gravedad de su comportamiento, sino que lo encubrió. Hubo encubrimiento y colaboración”.

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