La especialista en ingeniería sísmica y académica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Santiago (Usach), Paulina González, refutó a un geofísico de Italia, quien pronosticó hace algunos días que se produciría un sismo de gran magnitud en el centro sur de Chile.
La profesora González afirmó que esa "hipótesis carece de suficientes datos duros para sustentarse".
El estudio, difundido recientemente por la revista científica "Nature Geoscience" y cuyo autor principal es el geofísico Stefano Lorito, del Instituto Nacional Italiano de Geofísica y Vulcanología, se basa en la premisa de que el movimiento telúrico del 27 de febrero de 2010 no habría liberado toda la energía acumulada en las placas comprometidas.
La revista también sostiene que el terremoto del año pasado habría acentuado la presión en la falla geológica que se encuentra al noreste de Concepción, razón por la cual, si bien se reconoce la liberación de mucha energía en el sismo, se estima que "el reinicio de las tensiones en esta zona podría conducir a una probabilidad creciente de otro sismo mayor en un futuro cercano".
Ante esta hipótesis, la especialista de la Usach expresó que "la información que pueda servir de base científica sólida es muy escasa y cualquier teoría de este tipo debe ser sustentada en datos instrumentales, por lo tanto, esta teoría puede ser como cualquier otra".
No obstante, Paulina González advierte que el foco de análisis debería estar puesto en la zona norte del país, ya que tras el sismo que afectó a la ciudad de Arica en 1877 se cumple con lo que los expertos denominan "laguna sísmica" para la liberación de nueva energía.
"Hay estudios propuestos para conseguir financiamiento e instrumentar el norte y así conseguir información. Al mismo tiempo procesar la existente a partir del último terremoto, para poder elaborar medidas teóricas y experimentales que permitan simular lo que podría llegar a pasar y así estar mejor preparados", aseguró González.
Del mismo modo, y en relación a los temblores ocurridos en los últimos días en diversas zonas del país -como en Coquimbo el pasado 30 de enero-, la investigadora de la Usach explicó que se trata de eventos normales enmarcados en la intensa actividad sísmica en toda la costa chilena.
"Por ello hay que ser cautelosos, y no hacer mayores especulaciones", concluyó.
La profesora González afirmó que esa "hipótesis carece de suficientes datos duros para sustentarse".
El estudio, difundido recientemente por la revista científica "Nature Geoscience" y cuyo autor principal es el geofísico Stefano Lorito, del Instituto Nacional Italiano de Geofísica y Vulcanología, se basa en la premisa de que el movimiento telúrico del 27 de febrero de 2010 no habría liberado toda la energía acumulada en las placas comprometidas.
La revista también sostiene que el terremoto del año pasado habría acentuado la presión en la falla geológica que se encuentra al noreste de Concepción, razón por la cual, si bien se reconoce la liberación de mucha energía en el sismo, se estima que "el reinicio de las tensiones en esta zona podría conducir a una probabilidad creciente de otro sismo mayor en un futuro cercano".
Ante esta hipótesis, la especialista de la Usach expresó que "la información que pueda servir de base científica sólida es muy escasa y cualquier teoría de este tipo debe ser sustentada en datos instrumentales, por lo tanto, esta teoría puede ser como cualquier otra".
No obstante, Paulina González advierte que el foco de análisis debería estar puesto en la zona norte del país, ya que tras el sismo que afectó a la ciudad de Arica en 1877 se cumple con lo que los expertos denominan "laguna sísmica" para la liberación de nueva energía.
"Hay estudios propuestos para conseguir financiamiento e instrumentar el norte y así conseguir información. Al mismo tiempo procesar la existente a partir del último terremoto, para poder elaborar medidas teóricas y experimentales que permitan simular lo que podría llegar a pasar y así estar mejor preparados", aseguró González.
Del mismo modo, y en relación a los temblores ocurridos en los últimos días en diversas zonas del país -como en Coquimbo el pasado 30 de enero-, la investigadora de la Usach explicó que se trata de eventos normales enmarcados en la intensa actividad sísmica en toda la costa chilena.
"Por ello hay que ser cautelosos, y no hacer mayores especulaciones", concluyó.
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