sábado, 5 de octubre de 2013

Chile: Desmunicipalización: ¿hacia dónde va el sistema educativo?


La segunda etapa de la contrarrevolución en el modelo chileno.
Eduardo González Navarro (*)
Los siguientes apuntes tienen como fin contribuir a la comprensión ideológica política que fundamenta las actuales transformaciones del sistema
educativo público, particularmente, en torno al proyecto presentado por el Presidente Piñera, el 29 de noviembre, que aspira a desmunicipalizar las escuelas. Caracterizado el escenario estructural que enmarca este proceso, se analizará el proyecto de ley con mensaje N° 397-359: instituciones que se crean, funciones y atribuciones que se proponen, serán examinadas. Particular énfasis se pondrá en los alcances que tendrá para los trabajadores de la educación la aprobación del mencionado proyecto. Finalmente, se enfatizará en las propuestas alternativas que existen.
Parte I: Capitalismo imperialista y educación en el siglo XXI.
Nos adscribimos a la corriente teórica que comprende al sistema educativo como expresión coherente de las distintas formaciones económico
sociales que se han desarrollado a lo largo de la historia. En tal sentido, el actual sistema educativo mundial, y el chileno en particular, en términos generales es expresión de las necesidades que la actual fase del sistema capitalista requiere para su funcionamiento.
Lo propio del modelo neoliberal imperialista, a diferencia de otras fases del capitalismo, consiste, como ha señalado Francois Houtart, en que ha llevado la lógica privatizadora, competitiva y mercantilista a esferas que antes no habían sido tocadas, puesto que en ellas había una fuerte regulación estatal. De ahí la privatización de la salud y la educación, entro otros aspectos.
Nuestro país, inserto en la lógica de acumulación mundial, no ha estado ajeno a este proceso. En efecto, ha jugado un rol fundamental toda vez que ha sido el primer país del mundo en donde la privatización y la mercantilización de los derechos sociales han adquirido una profundidad y amplitud ni siquiera vista en los países centro del capitalismo. Esto explica, en parte, que muchas de las recetas neoliberales chilenas sean tomadas como un modelo a exportar.
De otra parte, es importante mantener presente la observación de Atilio Borón, quien ha sostenido que el imperialismo actual va más allá de los elementos puramente económicos, políticos y militares. En efecto, uno de los rasgos del imperialismo contemporáneo es la enorme proliferación de los mecanismos de dominación cultural e ideológica, pro y reproductores de un sentido común dotado de una lógica del mundo que cierra con un ‘bloque de cemento’ todo intento de ‘soñar y pensar’ un mundo distinto, al tiempo que crea un consenso en torno al actual funcionamiento de la sociedad.
Como es sabido, la dominación ideológica se reproduce a través de diversos mecanismos entre los cuales, por excelencia, están los medios de comunicación de masas, pero también encontramos la escuela.

Parte II. El sistema educativo chileno y el imperialismo del siglo XXI.
La contrarrevolución del 11 de septiembre de 1973, generó cambios estructurales en el país. En el plano educativo, a nuestro juicio, la contrarrevolución verifica dos etapas. La primera se sitúa desde los años 80’ hasta fines de los 90’, mientras que la segunda discurre desde fines de los 90’ hasta la actualidad: la coyuntura actual es el apogeo de etapa.
La primera etapa se caracteriza por el desmantelamiento de la educación pública y la ampliación de los circuitos de acumulación del capital al mundo educativo a través de la privatización sistémica de la educación. Todo, por cierto, recubierto de un marco legal.
En efecto, a partir de los años 80’ la educación chilena sufrió una reforma privatizadora en virtud de la cual el Estado pasó a tener un papel subsidiario, mientras que, por otro lado, el mercado se configuró como la instancia reguladora de las actividades en el ámbito escolar.
La concreción de la reforma se dio en dos ámbitos diferenciados pero complementarios: a) se cambió la modalidad de financiamiento de la educación y, b) se descentralizó su administración. El discurso que buscaba legitimar estos cambios planteaba que el Estado era excesivamente burocrático y, por ende, había que trasladar muchas de sus funciones (entre ellas la educativa) al sector privado, que sería más eficiente.
El objetivo de tal reforma era, y es, entregar los procesos de regulación de la educación a los mecanismos del mercado, igual que se hiciera con otros servicios públicos como la energía, la telefonía, salud, pensiones., etc. De tal modo, el propósito de la equidad educacional sería solucionado en el mercado, dependiendo de quienes por sus posibilidades económicas pudiesen comprar servicios educativos; y el propósito de la calidad educativa, como en toda empresa capitalista, queda en manos de quienes muestran una mayor eficiencia administrativa, atraen una mayor cantidad de recursos de parte de los padres, y a la competencia entre centros educativos.
En relación al primer ámbito de la reforma, es decir, el financiamiento, ésta pasó a regularse por la Ley de Subvenciones de 1981. Allí se establece que la asignación de recursos a las escuelas por parte del Gobierno se relaciona con la cantidad de estudiantes matriculados y la asistencia mensual de éstos a los centros escolares. La idea del financiamiento vía subvención por estudiante pretendió ofrecer el escenario apropiado para que los agentes del sector privado viesen en la educación las posibilidades para hacer negocios. De ahí que la propaganda que sirvió para vender la idea estuviese centrada en principios como la libre competencia y el fomento a la iniciativa privada.
La municipalización de la educación fue la estrategia seguida con el objetivo de descentralizar su administración. Ésta consiste en trasladar la responsabilidad sobre las escuelas de la educación básica y secundaria, que históricamente habían sido administradas por el Ministerio de Educación, a las municipalidades del país, que hoy son algo más de 300. El Ministerio abandonó sus antiguas funciones relacionadas con el financiamiento, la gestión y la vigilancia pedagógica, y se quedó solamente con tareas relacionadas con el control y la evaluación de programas y proyectos.
Tales transformaciones, implantadas por la dictadura pinochetista, en modo alguno fueron modificadas por los gobiernos de la Concertación; por el contrario, el modelo siguió administrándose. El ex Ministro de Educación de Ricardo Lagos, Sergio Bitar, sostuvo que Chile hacia el año 2.012 tendría, gracias a este sistema, prácticamente solucionada la problemática de la cobertura educacional en la Educación Superior. En otras palabras, en la búsqueda de su beneficio, el sector privado que ha invertido en educación, conlleva el bienestar colectivo del país. Una vieja tesis liberal capitalista. 
Habiéndose ‘superado’, según la perspectiva del bloque dominante, el desafío de ampliar la cobertura educacional, el problema que se ha planteado en los últimos años ha sido el de la ‘calidad de la educación’. Tal temática cobró fuerza inusitada a partir de la movilización de los estudiantes secundarios el año 2006, la cual en última instancia terminó con la LOCE y originó la LGE. Esta ley tiene como eje central, a diferencia de la primera, encarar el tema de la calidad de la educación, de ahí que a partir de ella surgiera la Superintendencia de Educación y la Agencia de Calidad.
La segunda etapa. Creemos que hay elementos para sostener que la contrarrevolución neoliberal impuesta en el ámbito de la educación ha mostrado el agotamiento de lo que podría ser su primera etapa.
La desregulación administrativa y financiera del sistema educativo en todos sus niveles, que ha significado el auge de universidades privadas y colegios particulares subvencionados en desmedro de las instituciones públicas, evidencian, con toda claridad, signos de crisis. Las movilizaciones estudiantiles, incubadas hace más de una década, y que han abierto otro ciclo político de la historia nacional se sitúan en este escenario objetivo.
La clase dominante y el núcleo neoliberal más lúcido tienen claridad absoluta de esta coyuntura. En consecuencia, se aprestan a impulsar transformaciones que no hacen más que radicalizar y profundizar la privatización del sistema. Se aspira a una segunda etapa de la contrarrevolución educativa neoliberal para salir de la crisis.
Lo fundamental de esta segunda fase radica en ajustes a las políticas que regulan la fuerza de trabajo, el financiamiento y la administración en la educación, es decir, no son medidas ‘nuevas’, más bien son ajustes al interior del sistema privatizado o bien, la radicalización de éste. Así por ejemplo, en las universidades se aspira a focalizar el financiamiento en la demanda y no en la oferta (las universidades). Los recursos se entregarían a los estudiantes vía becas y créditos obligándose así a las instituciones a competir por esos recursos. Se resguardan de este modo los imperativos liberales de la elección individual y la competencia. Quien entrega calidad, prestigio etc., ‘gana’ la ‘competencia’ y capta el recurso económico.
En el ámbito de la educación pública, esta segunda fase de la contrarrevolución que se articula en torno al concepto de ‘calidad’ de la educación, se ha encarado con estrategias diversas. En primer lugar, se han realizado ajustes a las condiciones de trabajo de los y las docentes orientadas a una flexibilidad laboral, es decir, se precarizan aún más las condiciones de trabajo. La ley 20.501 que Piñera presentó como una gran reforma, no es más que una reforma laboral que modificó el Estatuto Docente, (cuerpo legal que regula las condiciones de trabajo del profesorado del área municipal).
Junto a lo anterior, se han aprobado la ley 20.529 que crea la Agencia de Calidad y la Superintendencia, órganos encargados de velar por la calidad de la educación.
En el plano del financiamiento, se aprobó la ley 20.550 que aumenta en 21% la subvención escolar preferencial (Ley SEP). Pero sin lugar a dudas, el proyecto que concita mayores expectativas y debates es el de la desmunicipalización.

Parte III. Análisis del proyecto de desmunicipalización.
Como se dijo anteriormente, la contrarrevolución neoliberal en el plano educativo tuvo como eje central en su primera fase, la municipalización de la educación pública. Pues bien, en esta segunda etapa de la contrarrevolución se aspira a des-municipalizar. La razón es simple: la estrategia de la primera etapa fracasó, por lo que debe ser revertida.
En este marco, el 29 de noviembre el Presidente Piñera envío al parlamento el proyecto de “Ley que Crea las Agencias Públicas de Educación Local y Establece Normas de Fortalecimiento de la Educación Estatal”. El soporte técnico e ideológico del proyecto es dado por el segundo informe del ‘panel de expertos en educación’ (Brunner, Beyer, Matte, Zalaquett etc.,) y el proyecto de ley sobre el Fortalecimiento de la Educación Pública presentado bajo la administración de Bachelet el año 2008.
El proyecto tiene como objetivo central cambiar la institucionalidad de la educación pública. Se propone un sistema mixto en donde el sostenedor pasa, en lo fundamental, desde los municipios a las “Agencias Públicas de Educación Local” (APEL) las que tienen como finalidad administrar la “prestación del servicio educativo estatal, en todas aquellas comunas cuyos alumnos no estén alcanzando los estándares de calidad mínimo” (p., 3). Aquellos municipios, sean DAEM o Corporaciones, que tienen un desempeño alto o medio y gran cantidad de matrícula, tienen la opción de mantener sus sistema o crear APEL..
1. Creación de las Agencias de Educación Local. El gobierno propone crear Agencias Públicas de Educación que serán los nuevos sostenedores de los establecimientos educacionales públicos (Art. 1). Estas agencias serán personas jurídicas de derecho público, autónomas y con patrimonio propio. Por cada comuna puede existir una APEL, o bien, dos o más comunas pueden constituir una, si es que la cantidad de estudiantes es insuficiente en una comuna. El número mínimo de alumnos será definido por el MINEDUC (Art., 2). El paso de la administración de las municipalidades a las APEL será gradual y comenzará por regiones, para lo cual se fija un calendario en el mismo proyecto. Todo el proceso debiese estar listo en 5 años, desde la aprobación del proyecto.
Comentarios. Contrariamente a lo demandado por las movilizaciones estudiantiles, no se fortalece la presencia del MINEDUC, vale decir, del Estado. Por el contrario, se profundiza la des-responsabilidad del Estado en la educación puesto que no recae en un órgano estatal como lo eran los municipios.
Las APEL son instituciones sin antecedentes jurídicos. No forman parte de la estructura del Estado constituida en lo esencial por Ministerios, Servicios Públicos, Gobiernos Regionales y Municipalidades.
Al definirse como entes autónomos de derecho público, son entes jurídicamente híbridos que se regulan por el derecho público que su propia normativa les da al momento que las crea y por el derecho privado fundamentalmente el Código Civil.
Propuesta mínima a defender. El Estado vía MINEDUC debe hacerse cargo directamente de la educación pública, es decir, este ámbito de la educación se debe estatizar. Hacemos nuestra la propuesta orgánica del Colegio de Profesores de Chile que propone a nivel local la creación de Direcciones Zonales de educación, con dependencia de los Servicios Regionales y estos del MINEDUC. 
2. Orgánica de las APEL: funciones y atribuciones. Las APEL estarán integradas por tres entidades: a) Consejo Directivo: órgano colegiado compuesto por 5 personas, b) Director Ejecutivo que administrará la agencia y, c) los establecimientos educacionales de su dependencia.Sobre el Consejo Directivo. Su fundamento político se basa en la idea de la descentralización del Estado. Está compuesto por 3 representantes de carácter local que son el alcalde, un miembro elegido por los centros de asociación de padres y un representante designado por los directores de los establecimientos de las agencias. Los 2 restantes son designados. Un asesor definido por el SEREMI de educación y el otro por el Intendente en base a una terna propuesta por las Instituciones de Educación Superior de la zona. 
Comentario. De los 5 integrantes, solo uno es elegido por votación directa. Los otros son cargos políticos: 3 designados y el alcalde quien presidirá el Consejo y en caso de empates será quien dirima (art., 5, letra d).Es decir, se desmunicipaliza, pero se mantiene la injerencia política de los alcaldes. 
Lo extremadamente preocupante es que se mantiene la lógica de la des-pedagogización, es decir, las APEL son meras instancias administrativas- financieras y no técnicas pedagógicas que orienten y apoyen a las escuelas. Esto queda claro cuando se sostiene que tanto el designado por el director, como el designado por las instituciones superiores de educación (2 de los 5 cargos, vale decir, la minoría) “tienen el rol de entregar una mirada técnico pedagógica que sirva de asesoría para el Director ejecutivo…este rol podría verse reforzado según sea el perfil de los demás integrantes” (p., 4 y 5). 
En cuanto a las funciones del Consejo Directivo (Título III del proyecto) se afirma que podrá “aprobar la participación de la agencia en asociaciones, corporaciones o fundaciones” (art. 8 letra i).
Comentario. A nuestro juicio, se abre la puerta a la externalización de responsabilidades propias de la agencia, es decir, privatización que dará paso a nuevas fuentes de acumulación de riquezas a las “fundaciones” o “asociaciones” que prestarían sus servicios técnicos. Dado que las APEL no cuentan, como hemos visto, con la capacidad técnico pedagógico suficiente, todo hace pensar que esta responsabilidad se externalizará originando una privatización masiva de este servicio. Estamos en presencia de una profundización del sutil mecanismo que ha creado un nuevo circuito de acumulación del capital en el sector de la educación, tal como el capitalismo imperialista mundial define a la educación en los tiempos que corren. No solo se privatiza el pago de la educación, sino que también sus servicios.
Sobre el director ejecutivo. Será el jefe superior de la agencia. El requisito es contar con un título profesional de al menos 8 semestres. No se establece la necesidad de que tenga algún perfeccionamiento en administración educacional o posgrado en educación. Será electo por el sistema de Alta Dirección Pública. Deberá suscribir un convenio de desempeño con metas anuales. Entre sus funciones destacan la de contratar sistemas de evaluación a aplicar a los establecimientos y personal y proponer el cierre o la fusión de escuelas.
Propuesta mínima de defender. Se debe democratizar la participación. La propuesta concreta presentada por el Colegio de Profesores va en esa dirección. En cada zona existirá, un Consejo Zonal integrado por representantes del MINEDUC y representantes de las organizaciones sociales y culturales fundamentales de la zona: padres y apoderados, trabajadores, empresarios, instituciones de Educación Superior, Colegio de Profesores y municipalidades.
En cada comuna se propone que exista un Consejo Comunal que tenga incidencia en las propuestas curriculares y proyectos de las escuelas de la comuna, junto con lo cual debe resolver sobre la rendición de cuentas de los establecimientos. Este Consejo Comunal estará integrado por los directores de establecimientos educacionales, el presidente del Colegio de Profesores de la comuna, representante de padres y apoderados, estudiantes, concejales y la Unión Comunal de Juntas de Vecinos.  
3. Patrimonio de las APEL. Estará constituido en lo fundamental por las subvenciones educacionales y, entre otros, por los “aportes voluntarios que los padres y apoderados y centros de alumnos” deseen realizar. Comentarios.: No hay cambios en el financiamiento. Se mantiene intacto el financiamiento vía subvención y la lógica de competencia de mercado por la matrícula escolar. Ahora la competencia será entre agencias. Se prolonga el financiamiento compartido, en donde las familias deben cancelar matrículas y mensualidades. No hay educación pública gratuita.
En un país tan desigual como el nuestro, ello significa más privatización y subsidio a la pobreza a través de los recursos SEP (subvención especial preferencial). Como no se cambia el eje fundamental del sistema, a saber, el financiamiento, en un país con una abismante desigualdad socioeconómica se aumentará y seguirá reproduciendo la enorme brecha entre ricos y pobres, al aumentar la carga económica de la familia para educar a sus hijos. El sistema educativo seguirá segregando, discriminando y seleccionando.
Propuesta mínima a defender. Como lo estableció la Mesa Social, se debe cambiar el financiamiento escolar. Fin total a las subvenciones por asistencia y creación de presupuestos fijos para todo el sistema público según sus necesidades.
4. Fiscalización. Realizada por la Controlaría General de la República. En cuanto al tema pedagógico, por la Agencia Nacional de Calidad y por la Superintendencia de Educación.
Comentarios. Se renuncia a que el MINEDUC directamente fortalezca pedagógicamente al sistema de educación pública. Las APEL no dependen del Ministerio de Educación.
No existe un ente estatal que articule y organice a estas distintas agencias locales, por tanto, continúa la atomización del modelo. 
Propuesta mínima a defender. Aumentar la influencia y participación del MINEDUC en lo que es la elaboración, ejecución y evaluación de diseños educativos.
5. Otras disposiciones: marco legal de la fuerza de trabajo. El personal traspasado a la APEL conservará sus derechos. Sin embargo, las nuevas contrataciones que realice la APEL serán regidas por el Código del Trabajo. Los cargos que queden vacantes en las municipalidades por efecto del traspaso del personal, se entenderán suprimidos (Art. Quinto transitorio).
Comentarios. La nueva administración de las escuelas conlleva una precarización de los trabajadores docentes del sector público. Se asimila la contratación al sistema privado al pasar a regirse por el Código del Trabajo. El Estatuto Docente se extinguirá gradualmente.
La tendencia será, como ya lo ha anunciado este año el gobierno, que los profesores en su establecimiento negocien sus condiciones de trabajo y los reajustes salariales con su empleador. Ya no se participará de las negociaciones del sector público. Un problema político menos para los gobiernos de turno.
No hay ningún pronunciamiento sobre las actuales deudas de las municipalidades en cuanto a bonos impagos y las deudas previsionales declaradas pero no pagadas que hoy están siendo objeto de elaboración de demandas hacia los municipios. ¿Estaremos ad portas de una segunda deuda histórica?
Propuesta mínima a defender. Creación de un marco legal propio para el ejercicio docente donde el Estado establezca condiciones que aseguren estabilidad y buen desempeño facilitando de este modo la retención en la profesión. No podemos olvidar que hoy el 40% de los docentes emigra de la carrera al quinto año de ejercicio.
Este cuerpo legal debe incluir a los profesores del ámbito particular, privado subvencionado y público. Particularmente para estos dos últimos, que en conjunto constituyen más del 80% de la fuerza de trabajo docente que atiende aproximadamente al 90% de los estudiantes chilenos. A iguales funciones y responsabilidades, iguales condiciones y remuneraciones.
La nueva institucionalidad de administración de las escuelas debe considerar una Carrera Profesional Docente y mejores y nuevas condiciones de trabajo (menos alumnos por sala, mayor cantidad de horas para planificar etc.,). Estas condiciones laborales deben entenderse, dado lo particular y estratégico de nuestra función, como las condiciones que establece el Estado y la sociedad en su conjunto para el desarrollo de la enseñanza para todos los niños chilenos. No se puede distinguir entre profesores del área subvencionada o pública.

PALABRAS DE CIERRE. 
El sistema educativo atraviesa por un conjunto de transformaciones articuladas técnicamente en torno al concepto de “calidad de la educación”; transformaciones orientadas a seguir negando la educación como un derecho humano esencial y reafirmar, bajo mecanismos renovados, el principio de la educación como mercancía. Este es el contenido de la segunda etapa de la contrarrevolución educativa en nuestro país.
La definición dada en nuestro país a la educación es coherente con la caracterización que hace el capitalismo imperialista del siglo XXI al entenderla como un nuevo mercado de industria educativa, productora de una nueva fuente de capital, es decir, de riqueza para las clases altas.
Se han diseñado diversas estrategias para mejorar la calidad de la educación. Hoy es el turno de la administración de las escuelas y para ello se ha presentado el proyecto de desmunicipalización que consagra la desafección del Estado con la educación pública y reafirma los principios mercantilistas al no modificar los mecanismos de financiamiento.
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(*) Miembro del Grupo de Profesores-as de Valparaíso. Contacto:
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