ADN Contigo
| Julio 24 de 2012
Los apoderados del Liceo Mater Purissima de Maipú se manifestaron indignados porque las dos funcionarias acusadas de abuso sexual que tenían que presentarse a la formalización no asistieron al tribunal.
Ana María Rivas Gutiérrez y María Soledad Martínez Sepúlveda, parvularia y auxiliar de párvulos, tienen por lo menos 40 denuncias de abusos sexuales de niñas de 4 años de ese establecimiento.
María Eugenia Villanueva, ex apoderada del colegio, reclamó en ADN Contigo que "las autoridades del colegio no han dado ninguna explicación. Yo, como ex alumna, fue un golpe muy fuerte, porque era mi colegio, de toda la vida".
"Me dirigí inmediatamente a las religiosas, 'tenemos que hacer algo, limpiar el colegio, pongamos denuncias'. La respuesta de la directora, que era mi compañera de curso, fue 'deja de aparecer en pantalla'", recordó.
"Después otra me dice '¿tú lo viste?'. Y otra religiosa me dice 'las niñas mienten, tú lo único que quieres es sacar plata del colegio'", pero "no voy a lucrar con el dolor de mi hija", añadió Villanueva, indicando que "algo pasó" si 40 niñas tienen la misma versión de los hechos.
En conversación con Diana Massis, la madre de una de las afectadas detalló los abusos recibidos por las menores, señalando que "a las niñas las tenían amenazadas haciéndolas ver películas de guerra, muy sangrientas. Y decían 'si tú hablas, a tu papá le va a pasar eso y lo vamos a matar, y te vamos a mostrar el video después en clases'".
La ex apoderada del Mater Purissima explicó que "en el patio había dos casitas de muñecas, entonces una tía se ponía en cada casita, y a las niñas las ponían en fila, ése era el juego que hacían. 'Ahora te toca a tí entrar en la casita de muñecas', y las metían y les hacían 'cosquillitas', que eran las tocaciones".
"Después en la sala, las sentaban a las niñas en círculos, 'hoy día van a jugar con las tías tú, tú y tú', y las demás se quedaban mirando alrededor, mientras las tías practicaban tocaciones a las niñas que elegían", agregó.
Incluso, señaló la afectada en ADN Radio Chile, "los relatos de las niñas también dicen que las tías bailaban, se tocaban y se sacaban las poleras delante de ellas, hacían actos sexuales entre ellas, delante de las niñas".
Villanueva concluyó que a las niñas más abusadas "las llevaban al baño, las desnudaban, las amarraban, les tapaban los ojitos y les sacaban fotos. Es desgarrador cuando una niña te cuenta 'mamá, yo iba al baño y me subía arriba del baño, agachadita, para que la tía no me viera los pies y la cabeza y no pudiera jugar conmigo. Cómo una niña de 4 años va a inventar eso, de dónde, si en la casa no les enseñas esas cosas".
"Yo dije 'dónde puede estar mejor cuidada que acá', podía pensar que a mi hija le podía pasar cualquier cosa en otro lado, pero no en el colegio. Había muchas niñitas que decían que no querían ir al colegio, pero uno pecó de confiada", reconoció la madre de una de las afectadas.
La hija de María Eugenia Villanueva fue víctima en 2010. Cuando supo, no la envió más al colegio. Actualmente están ambas con tratamiento psicológico.
La ex apoderada del Mater Purissima narró que la situación se destapó cuando una niña le dio un beso apasionado a su mamá, la que reaccionó y le preguntó por esa conducta, recibiendo de respuesta que "la tía Sole nos da besos así".
En mayo del 2011, esa mamá hizo la primera denuncia, "y el colegio bajó el tema, diciendo que no pasa nada, que son solamente ideas de las niñitas", afirmó Villanueva.
Ana María Rivas Gutiérrez y María Soledad Martínez Sepúlveda, parvularia y auxiliar de párvulos, tienen por lo menos 40 denuncias de abusos sexuales de niñas de 4 años de ese establecimiento.
María Eugenia Villanueva, ex apoderada del colegio, reclamó en ADN Contigo que "las autoridades del colegio no han dado ninguna explicación. Yo, como ex alumna, fue un golpe muy fuerte, porque era mi colegio, de toda la vida".
"Me dirigí inmediatamente a las religiosas, 'tenemos que hacer algo, limpiar el colegio, pongamos denuncias'. La respuesta de la directora, que era mi compañera de curso, fue 'deja de aparecer en pantalla'", recordó.
"Después otra me dice '¿tú lo viste?'. Y otra religiosa me dice 'las niñas mienten, tú lo único que quieres es sacar plata del colegio'", pero "no voy a lucrar con el dolor de mi hija", añadió Villanueva, indicando que "algo pasó" si 40 niñas tienen la misma versión de los hechos.
En conversación con Diana Massis, la madre de una de las afectadas detalló los abusos recibidos por las menores, señalando que "a las niñas las tenían amenazadas haciéndolas ver películas de guerra, muy sangrientas. Y decían 'si tú hablas, a tu papá le va a pasar eso y lo vamos a matar, y te vamos a mostrar el video después en clases'".
La ex apoderada del Mater Purissima explicó que "en el patio había dos casitas de muñecas, entonces una tía se ponía en cada casita, y a las niñas las ponían en fila, ése era el juego que hacían. 'Ahora te toca a tí entrar en la casita de muñecas', y las metían y les hacían 'cosquillitas', que eran las tocaciones".
"Después en la sala, las sentaban a las niñas en círculos, 'hoy día van a jugar con las tías tú, tú y tú', y las demás se quedaban mirando alrededor, mientras las tías practicaban tocaciones a las niñas que elegían", agregó.
Incluso, señaló la afectada en ADN Radio Chile, "los relatos de las niñas también dicen que las tías bailaban, se tocaban y se sacaban las poleras delante de ellas, hacían actos sexuales entre ellas, delante de las niñas".
Villanueva concluyó que a las niñas más abusadas "las llevaban al baño, las desnudaban, las amarraban, les tapaban los ojitos y les sacaban fotos. Es desgarrador cuando una niña te cuenta 'mamá, yo iba al baño y me subía arriba del baño, agachadita, para que la tía no me viera los pies y la cabeza y no pudiera jugar conmigo. Cómo una niña de 4 años va a inventar eso, de dónde, si en la casa no les enseñas esas cosas".
"Yo dije 'dónde puede estar mejor cuidada que acá', podía pensar que a mi hija le podía pasar cualquier cosa en otro lado, pero no en el colegio. Había muchas niñitas que decían que no querían ir al colegio, pero uno pecó de confiada", reconoció la madre de una de las afectadas.
La hija de María Eugenia Villanueva fue víctima en 2010. Cuando supo, no la envió más al colegio. Actualmente están ambas con tratamiento psicológico.
La ex apoderada del Mater Purissima narró que la situación se destapó cuando una niña le dio un beso apasionado a su mamá, la que reaccionó y le preguntó por esa conducta, recibiendo de respuesta que "la tía Sole nos da besos así".
En mayo del 2011, esa mamá hizo la primera denuncia, "y el colegio bajó el tema, diciendo que no pasa nada, que son solamente ideas de las niñitas", afirmó Villanueva.